Por Maite Pil
Me voy disociando. No entiendo lo que digo ¿Estoy hablando? Ni lo que escucho ¿Qué me piden?…
Tengo la piel intermitente, como si la sangre me recorriera el cuerpo quejándose…. Hay partes de él que ya no siento.
A veces lo percibo tan grande… No puedo abarcarlo.
A veces lo percibo tan grande… No puedo abarcarlo.
No sé llorar con deseo…
Pienso en la niñez, y en cómo los niños piden sin importarles los otros. Es cruel…
Patalear y llorar…Encapricharse. A veces fantaseo con ese estado… Gritar hasta quedarme sin voz. Gritarle que no se vaya nunca…
Entonces pruebo, y grito desde la cama… Pero no me escucha.
Y pregunto mil veces ¡¿Por qué?!… Aunque tenga que darme mil respuestas… Creo que no me escucha… Lo debo estar haciendo mal…
Y pregunto mil veces ¡¿Por qué?!… Aunque tenga que darme mil respuestas… Creo que no me escucha… Lo debo estar haciendo mal…
¿Me lo estaré imaginando?
Pruebo con prender la luz…No alcanzo el velador…
Entonces intento con otro tono...Pienso que podría susurrarle tan bajito que sería casi imposible entenderme…Susurrarle que me muero de miedo…Que lo amo tanto que no sé cómo amarlo.
Tampoco responde…
Tampoco responde…
Pero yo sé que está acostado al lado mío. Yo lo vi, y él me lo dijo…
me encanto
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