jueves, 7 de octubre de 2010

Mutismo

Por Maite Pil

Cuando dos personas deciden dormir juntas, cosas muy extrañas pueden suceder. A veces, y en cuestión de segundos, lo que creen iba a ser un encuentro más, puede convertirse en el último. Eso es lo que sucedió con Leticia y Bruno aquella noche. Ella traicionó el pacto implícito del no decir... Y es que hay pactos implícitos que sólo pueden pecar de evidentes.
Leticia, un poco incómoda por su desnudez , y tras encender un cigarrillo, comienza a interactuar verbalmente con Bruno:
- Yo acabo de decidir, bahh, me puse a pensar y decidí que si me caso me rapo a cero en la fiesta, en vivo.  O sea, que la gente me vea cómo voy quedando pelada. Y me voy de luna de miel rapada, súper cool y muy sexy, no? Y también quiero un toro mecánico en la fiesta, si no hay toro no me caso.
- ¿Y quién te propuso matrimonio? -Le pregunta Bruno sin intenciones interrogativas, y con un tono, tan burlón, que casi le cuesta la vida-.
- Nadie -Hace una pausa ella para disolver la pelota de bronca que tiene en el estómago, y continúa-. Es hipotético. A vos veo que te cuesta pensar hipótesis y metáforas, no? Hoy puedo decir con toda seguridad que no tengo ni la más puta idea de qué carajo me gusta de vos.

Leticia se para de la cama, quiere empezar a vestirse, encontrar la ropa e irse sin mirarlo. No quiere saber qué clase de expresión tiene Bruno en la cara, ya no le importa, es demasiado tarde. Ella se propuso hacerlo mierda, hacerse mierda, para que ya no quedase nada, para nunca más volver a él. Bruno está mudo, incómodo, tiene miedo de que ella le pida vaya uno a saber qué. Pero ella no se lo pide ni se lo va a pedir nunca; y continúa con su despacho:
- Me aburrí, me cansé, estoy harta re podrida, saturada de tus actitudes de mierda. -No quiere gritar ella, trata de mantener el tono de voz para que no se desvirtue el mensaje, para que él la escuche-. Yo evidentemente tengo mis responsabilidades, es mi culpa en parte, porque nadie me obliga a cogerme a un canalla como vos. Pero yo ahora agarro mis cosas y me voy. En cambio a vos cambiar, no creo que te resulte tan fácil.

Leticia se va sin darle oportunidad a él de que hablara, esta vez es ella quien decide tener la última palabra. Y Bruno tuvo su último silencio...

6 comentarios:

  1. jajajajaja la mina flashea re bizarro! muy bueno el primer comentario de ella!

    ResponderEliminar
  2. Está muy bueno, me gustó el final !

    ResponderEliminar
  3. jjajaja es que ella no es la persona que el cree. yo tambien la flashee jajjaa

    ResponderEliminar
  4. Aunque no lo paresca, es muy real y le puede pasar a cualquiera...

    ResponderEliminar
  5. perdonenme me parece que esta publicacion se ha puesto vieja. tendrian que actualizar sus vidas. con el maximo de mis respetos.
    es una historia muy bien narrada pero demasiado hipotetica. Hoy, las parejas se estan replanteando ese tipo de "lazo posesivo".
    sin animo de ofenderlos pero creo que ese tipo de discusiones en la cama no son de avanzada. estamos viviendo otros tiempos en donde la gente esta hablando de otras cosas no tan insimismadas como "si me caso si no me caso" o "si me quiere si no me quiere" no se .. muchas cosas atraviezan a una pareja, esa no es la mas importante. la mujer creo que se esta corriendo de ese lugar del "volver a él" o "cuando me propongas matrimonio, si me lo propones", saludos. Creo que la mujer ha dado un paso importante y lo estan pasando por alto gravisimamente. saludos

    ResponderEliminar
  6. Por supuesto que nadie cree que la mujer deba sólo aspirar a un matrimonio (o varios...). Pero tampoco hay que engañarse; el amor es tan necesario como lo es el sentirse realizado desde la individualidad. Para algunos lo será más, para otros menos. Cada cual debe descubrir qué es lo que lo hace sentir "feliz" (o menos neurótico) y realizado (menos miserable) como sujeto.

    Maite Pil

    ResponderEliminar