martes, 1 de febrero de 2011

Cierta mentira

Maite Pil

No sé distinguir en qué momentos digo la verdad. Y podría ponerme filosófica y preguntarme acerca del fundamento de las verdades, o psicoanalítica y sostener que lo único que no miente es la angustia. Pero llorar no es lo mismo que angustiarse, y cuando lloro entonces podría estar mintiendo.
¿Es verdad que quiero lo que quise? ¿Es cierto que deseé que no me mientan nunca? Yo siempre quise ser alguien que no existe. Ser alguien inexistente es una mentira. Y, de vez en cuando, mentir acerca de quién soy para que parezca que digo la verdad. Entonces podría ser mitad verdad y mitad mentira. Y perder de vista completamente el sentido de lo que creo.
¿Será verdad que los ingenuos son más fáciles de engañar? ¿Que cuanto más se persigue una verdad más cerca uno se encuentra? Buscar la verdad, cuando ésta no existe, es ciertamente un engaño.
“Yo te digo con toda honestidad que nunca sé cuándo estoy mintiendo” Le susurré al oído. Pero es mentira. Me hubiera encantado hacerlo. Como para dejarle algo velado. Ni qué es mentira ni qué es verdad. Son palabras, y yo nos las dije.
“¿Las palabras por ser palabras son siempre ciertas?” Me preguntó alguien inventado. “No sé”, por miedo contesté. Como para no mentirle…

3 comentarios:

  1. "Más vale una mentira que te haga feliz que una verdad que te haga llorar", dicen algunos. No lo creo.

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  2. Yo sin embargo tengo por máxima: "no me mientas aunque la verdad me duela"... points of view o puntos de vista.
    :)

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  3. ES CIERTO ES PREFERIBLE LA VERDAD POR MAS DOLOROSA QUE SEA.

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