Por Maite Pil
Odio los poemas
y odio la poesía.
Odio a las mujeres etéreas
suelen trabajar de camareras
¿Nadie sospecha?
Odio esa entrega
al delantal
con ojos claros
y palabras de servicio.
Te fuiste a la mierda
¿pero volviste?
Porque a alguien quiero.
Me puedo coger a tu amigo
No soy celosa.
Puedo irme con él
a ese bar donde está
la camarera que flota.
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