miércoles, 13 de junio de 2012

Despertar en duelo.


Por Maite Pil





Anoche, en algún momento de la noche, soñé con ella. Creo.
Me fui a dormir con una idea, eso seguro. Después no sé si soñé con ella o no. 
Y aunque no hubiera soñado...No se puede deshacer la muerte. 
Yo podría decirle un montón de cosas sobre ese sueño que son verdad por más de que el sueño no haya existido. 
Son verdad porque las pienso. Y porque ya hice lo que hice. 
Entonces ya está. Es verdad. La verdad no siempre es lo que pasó, a veces es lo que no pasó. Otras veces la verdad es lo que nunca va a pasar. 
La muerte, en ese sentido, establece una verdad absoluta. Para él y para nosotros. 
Y lo que queremos. Lo que queremos nunca puede ser mentira. Cuando yo quiero nunca miento. Nunca le mentiría a ella. Nunca le diría que la quiero si no la quiero. Y si le digo que la quiero entonces la estoy queriendo mientras se lo digo. Y si cuando termino de decirlo dejo de quererla, eso no quiere decir que le haya mentido. Jamás le mentiría a ella.
Ella me mentía a mí en ese sueño. Y me dolía. Pero esta vez ella no gozaba. Es verdad que siempre me dolieron las mentiras. Ves? Ves que no miento? Jamás le mentiría, pero si algún día le miento, no quita que ahora esté diciendo la verdad.
Pude matarlo. Y no siento nada más que alivio. Fue aquel sueño, el que soñé o el que inventé, no importa. Matar no es tan lindo como ella. Pero hubo algo de eso que me excitó. Pensé muchas veces en ella, en sus sonidos, en sus gemidos. En las fantasías que tenía de morirse en un orgasmo. De hacerme sangrar. De meterse por mi boca y nunca salir. En ese extraño apego que tiene por el dolor, aunque no se anime, aunque le tema. Aunque estoy seguro de que no es el dolor lo que le da miedo. Es otra cosa. Que el dolor no la mate. No sentir nada. No sentir algo.
Por eso lo maté. Lo hice por ella. Lo hice para protegerla. Lo hice para ser yo quien la haga sufrir, así, como a ella le gusta. Con una lágrima y un cuerpo atragantado. 


Por Maite Pil. 

1 comentario:

  1. Muy bueno, matar para aliviar el dolor, matar al olvido al presente a ella en este caso.
    Me gustó mucho.

    abrazos totales.

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