domingo, 8 de abril de 2012

Asunto:

Por Maite Pil

Me las arreglé muy bien todo este tiempo para darte lugar a que me tendieras otra trampa.  Siempre pienso  cuando en las películas el protagonista se da cuenta de que dejó entrar a su casa al asesino.  A los asesinos les gusta simular profesiones nobles ¿viste? Y no creo que sea sólo para mantener su verdadera identidad a salvo y entonces llevar a cabo su cometido. Hay algo más, una burla.
¿Te acordás de la pregunta que te hice el otro día? ¿Y lo que me respondiste? Sí, yo sé que te acordás. Ojo, no es que esté exagerando, estoy haciendo un paralelismo: Usaste la lógica del asesino. Diría que en un grado en que el asesino es el policía. A ese nivel.
Es un poco confuso plantearte las cosas de esta manera. Lo sé. Es una trampa más. Igual, me considero bastante clásica, pero no tan clásica como para mandarte un “ándate a la concha de tu hermana” o, su equivalente, “te voy a denunciar”. Además, me gusta escribir. El formato mail me apasiona, te diría.
De más está decir que como yo ya descubrí que vos sos el asesino no nos vamos a volver a ver.  O sea que este mail no es un intento por recuperarte. Tampoco pretendo aleccionarte. Lo que me mueve es más que nada la curiosidad. Hay dos clases de curiosidad, la que te ubica en el lugar de espía y la que te obliga a salir del escondite. Es mi tipo de curiosidad, la segunda clase, la que me hace presa fácil, sí.
En fin, a lo que  quería llegar es a hacerte esta pregunta: ¿No creés que es un fracaso, en alguna medida, tener que hacer las veces de policía para poder asesinarme?

P.D: “Too good to be truth” es una de esas geniales frases en inglés que pierden su encanto cuando se las traduce.  Ficcionalizar a veces nos delata.

Cuidate.  


Por Maite Pil. 

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