miércoles, 8 de junio de 2011

Lista de pistas


Por Flor Bea 


He aquí algunos indicios de que tu chico y vos se están constituyendo en una pareja. O sea, que empiezan a ser novios. Sí, suena fuerte para las fóbicas, pero es mucho mejor que quedar in eternum en la categoría de soltera, de nada o de no se sabe qué somo. ¿Tiburones? No. Dos personas que se gustan y que quieren estar el uno con la otra. Pero como es demodé preguntar: “¿Querés ser mi novia?”, lo más probable es que no te lo pregunte y que vos tengas que aprender a leer ciertos indicios que te harán sospechar que empiezan a ser novios. En esa etapa de sospecha, probable será que entres en pánico si, a pesar de los años que llevás haciendo terapia para poder construir una pareja, seguís siendo una fóbica con actitudes autodestructivas. En dicho caso, te sugiero que no hagas nada, porque si hacés algo que perjudique el avance de él, te lo recriminarás el resto de tu vida y pasarás los próximos ocho años de terapia hablando de él. Y de pronto, un día, tirada en el diván, le dirás a tu analista: “¿Hace falta que sigamos hablando de ese tipo? ¡Vamos!, que ya ni me acuerdo de su cara”. “Sí, claro que hace falta, porque te boicoteaste tu felicidad cuando hiciste lo que hiciste con él”. Ok, entonces vas a querer dejar de ir a terapia porque casi casi estarás al borde de pensar que tu analista es un/a hijo/a de puta/¿o?; pero, a esa altura, más fobia que tener pareja te dará no tener psicólogo/a, entonces volverás cada semana a ese diván, que para entonces (sin contar el tuyo), será el colchón en el que más veces te habrás acostado, así que ya no podrás dejarlo, pues te sería más traumático que un divorcio. Por eso, para ahorrarte ocho años de terapia y poder comprarte algún día de esta vida un monoambiente, esta vez, por dios y todos los cielos, no hagas nada si entrás en pánico frente a los indicios que a continuación se detallarán. ¿Qué cómo se hace para no hacer nada? Pues, si no sabés no hacer nada, simplemente quedate quieta y dura. Y si te pregunta qué te pasa, decile que tenés tortícolis, y que necesitás masajes. Así estarás convirtiendo tu pánico en un momento sensual (¿quién lo hubiera dicho, no?).
La que sigue es una lista de algunos de los posibles indicios. No se pretende un listado acabado, por ello, invito a los/as lectores/as a que la completen en ingeniosos comentarios.
1.     Entra al baño mientras te estás lavando los dientes y mea con vos ahí adentro (no seas tímida, animate a fijarte cómo apoya su mano izquierda en el azulejo, es hermoso conocer la posición de sus dedos en ese momento).
2.     Entra al baño mientras vos estás meando, se apoya en el marco de la puerta y te pregunta algo que de urgente no tiene nada, tipo “¿alguna vez fuiste al Italpark?”. Sí, pero podríamos haberlo hablado cuando terminaba de mear, pensás por dentro pero le contestás sí o no. Bueno, entendelo, él sólo quiere verte sentada en el inodoro y conocer a qué altura te bajás la bombacha (¿a las rodillas, a los tobillos?) Si vas a ser su novia, no es un dato menor…
3.     Se olvida de llevar a tu casa el cepillo de dientes y te pregunta si te jode que se lave con el tuyo. Es evidente que, más allá de si a vos te jode o no, a él ya nada de vos le da asco.
4.     Ni hablar de si cuando te ve sacando tu cepillo portátil del porta cosméticos, te dice: “¿Por qué no te traés uno y ya lo dejás acá?”.
5.     Te propone, visto y considerando que si no, vas a tener que hacer tiempo desayunando en un café, que te quedes durmiendo en su casa y te levantes a la hora que para vos esté bien, total, él te deja otro juego de llaves y vos te vas cuando querés. “Ah, en la alacena hay café instantáneo, para mañana”, agrega desde el baño mientras hace caca (con la puerta cerrada, sí).
6.     La caca empieza a ser un tema de conversación. Si antes era algo tabú, ahora puede contarte que la sopa de porotos le dio gases o que está constipado o que tuvo que correr desde la estación de subte hasta su dpto. porque se cagaba encima.
7.     Te pregunta qué te gustaría hacer en las vacaciones, y no dice nada más. Vos te vas a quedar boyando con la idea en la cabeza, pero tranqui, estamos en invierno. En unos meses te reenvía las promos de Ati…
8.     Te pide que te fijes si tiene caspa porque le estuvo picando la cabeza y él, lógico, no puede verse. De paso, ya que estás en la zona… “¿no me cortás un poco el pelo? Lo tengo medio largo, ¿no? ¿O a vos te gusta así?”. (¡Oh, sí!, le importa tu opinión sobre su estética).
9.    Están en el supermecado de su barrio y, entre góndola y góndola, te pregunta:“¿Necesitamos algo más?”. Vos te quedás pensando que no puede ser más lindo cuando usa ese verbo en plural, en vez de hacer memoria para recordar cuántos huevos había en su heladera. Pero, por suerte, él te arranca de la distracción con un remate: “Ah, crema de enjuague para vos”. Ok, te mearías encima si no fuese porque no está socialmente aceptado mearse los pantalones, en un supermercado, por amor.

7 comentarios:

  1. Virginia Merchán9 de junio de 2011, 20:39

    Flor Bea y Maite Pil son unas genias. GRACIAS, chicas. Lo redisfruté. :)

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  2. Muy bueno. Muy autentico.

    Te dejo los datos de mi espacio, si tenes ganas de visitarlos.

    http://wwwavecesmehagocargo.blogspot.com/

    Saludos.

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  3. Sí, buenísimo, gracias por dejar tu blog y gracias a todos, como siempre por comentar y hacer que no nos sintamos nunca solas (en relación al blog, digo, porque en lo que respecta a otras soledades..., dejemoslo ahí).

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  4. El tema de hablar de la caca is so true. Yo soy super escueta a esos temas... y el solo hecho de hablar 2 segundos de la caca es como una transición total. Eso si, lo de verme mear, o yo a el, o cosas así, ni en los 6 meses de relación que llevo ha sucedido. Pero hablamos de la caca o cosas asi con mas frecuencia (?)

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  5. También hay que incluir, además de hablar de caca y entrar cuando el otro está haciendo pis, otra lista de cosas asquerosas que surgen en este momento de la relación... tales como querer reventarle un granito, sacarle pelusa del ombligo, darse besos a la mañana aunque tenga aliento a recién amanecido, abrazarlo y besarlo con locura incluso cuando viene de jugar a la pelota y muchos etcéteras

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  6. Lo del aliento matutino es muy cierto también...

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