martes, 3 de mayo de 2011

Sólo sé que no quiero entender nada


Por Maite Pil

Mientras subimos las escaleras, yo, que estoy unos escalones más arriba, paro para esperarlo. Cuando él finalmente me alcanza, me agarra la cara con ambas manos, y me dice de frente: “Vos y yo no nos entendemos”. Me sonríe, lo beso, y sonrío yo. Y una especie de tímida alegría de tenernos cerca sin saber cómo. Este es un sueño que tuve una noche que pude dormir.
No entenderse con alguien a veces es la única forma de respeto mutuo. Porque entender, muchas veces, nos mueve a pretender cambiar, modificar. Entender nos genera la ilusión de ser parte del otro, y que el otro es parte de uno. Sensación de pertenencia.
“Quiero ser tuya”, más de una fantaseó decir e, incluso, llevó a la práctica semejante declaración. La contracara es, obviamente, “quiero que seas mío”.
Esto fracasa, y si no lo hace, debería hacerlo. Y entonces hay que encontrar un nuevo modo de poder ser una novia, una amante, o una esposa. Tenemos la obligación de hacerlo, en alguna medida, porque, tarde o temprano, hay que relacionarse con otro. Que alguien nos nombre, nos designe. Que nos dé eso que jamás tendríamos sino a través de alguien más que uno mismo.
“Vos y yo no nos entendemos”: es una declaración de amor.
Pero no de ese amor glotón, devorador, que, no por maldad sino por estupidez, no sabe dejar bocado sin probar. El que no entiende, quiere, ama, desea, o piensa, de otra manera. Otra, que no sé cuál es, no la entiendo. Pero que podría funcionar.

10 comentarios:

  1. Me encantó, por identificación no? :)

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  2. "No nos entendemos, y a pesar de eso..."

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  3. yo creo q la admiracion juega un papel importante, el ser diferentes, y que haya algo que los una, un vinculo, una atraccion, un interes, un estimulo, hace que de 2 personas diferentes puedan ser complementarias.
    No es necesario que se entiendan en todo, hasta pueden hablar diferentes idiomas,es redescubrirse todo el tiempo.

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  4. Él no me entiende pero me ama. Me ama con una profundidad inmensa, no toca el piso nunca. Y también me odia porque no me entiende, y me ve llorar y me escucha hablar y no hay caso, no entiende ni va a entender lo que le digo. Y encima me ama tanto como para suponer que si no me entiende es porque yo estoy por encima de él, como si hubiese una escalera rara con la que nos miden. A veces, cuando después de hacer el esfuerzo sigue sin entender (y yo sigo llorando) me compra un chocolatín. Y ahí, cuando me termino el chocolate con los pies descalzos apoyados sobre las piernas de él mientras vemos televisión, entiendo todo. Y creo que él también.
    Algunas veces es mucho más fácil de lo que parece.

    Llegué acá de casualidad, pero justo se me puso en la cabeza esto.

    Saludos,
    Cami

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  5. Me encantó, realmente me gustó mucho

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  6. Hay una escalera rara, y es justamente rara porque no hay alguien que esté por encima de otro. La rareza de esta escalera es la dirección, no la altura. De todas maneras cada cuál sabrá a quién o a qué treparse...Queremos creer, debemos creer. Porque la creencia es lo único que queda cuando se sabe, a ciencia cierta, que todo conociemiento es falible. Creer por menor margen de error, no por dogma.
    Y algo fundamental, no confundir entendimiento con empatía. Porque haciendo el esfuerzo podrían pasar cualquiera de las dos cosas. Pero ¿qué es lo natural?

    Maite Pil

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  7. la gente que se entiende es tan aburrida, mejor desentenderse.

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