Por Flor Bea
¿Cómo se nos va modificando el temperamento a medida de que envejecemos? A veces tengo la sensación de que no somos nunca los mismos que fuimos ("Nosotros los de entonces ya no somos los mismos", Neruda dixit). Otras veces me parece todo tan previsible... tan esencialmente encarnado... Como que nada podría haber sido de otra forma. Sin embargo, no es cierto que siempre sepamos cómo van a acabar las cosas. Ni siquiera cuando empezamos a vislumbrar un final, somos capaces de saber cómo va a acabar todo. ("Todo lo que termina, termina mal, poco a poco. Y si no se termina, se contamina..." etc, etc. Y sí, ya sabemos de Crímenes perfectos. Al fin y al cabo, somos todos una especie de Asesinos por naturaleza...).
Todos estos divagues se me vienen a la mente por mil razones, pero voy a hablar de una de las mil y las restantes 999 me las voy a reservar para seguir teniendo con qué complicarme la vida. Pienso en la peli Antes del anochecer, la última de la trilogía de Linklater. ¿Esa es Celine?, ¿es esa Celine?
Celine es una mujer complicada. Bueno, o podemos decir: Celine tiene varias caras. En la primera película, Antes del amanecer, Celine es joven, dulce, soltera, espontánea y natural (son los veintipico, quién pudiera volver... a viajar, a enamorarse...).
En Viena, Celine le pregunta a Jesse: "¿Conoces a alguien que tenga una relación de pareja feliz?". Celine todavía lo ve todo de afuera. Y además de creer en el amor en general ("Si hay algún tipo de magia en este mundo, debe estar en el intento de comprender a alguien, de compartir algo"), Celine piensa y habla de ella en un futuro, amando: "Después de algunos años, una pareja empieza a odiarse mutuamente porque se anticipan a sus reacciones o se cansan de sus manías. Creo que podría ser al contrario para mí. Creo que podría enamorarme realmente cuando lo conozca todo de alguien. El modo en que se aparta el pelo, qué camiseta va a ponerse ese día (...) estoy segura de que sería entonces cuando sabría si realmente estoy enamorada".
En Viena, Celine se va despertando.
En la segunda, Antes del atardecer, Celine, más crecida y complicada, es una mujer segura de sí misma, profesional, independiente, estable (por momentos y solo por momentos, hasta que eso se le cae y sale su lado arruinado y neurótico, tan bien expuesto en la escena del auto, hacia el final de la película) y verborrágica (son los comienzos de los treinta).
En esa mencionada escena del auto, donde Celine se va desbordando, Jesse le dice que se ha convertido en una activista maníaco depresiva. Sí, Celine se convirtió: "Ahora no creo en nada relacionado al amor (...). La realidad y el amor son casi contradictorios para mí. Es gracioso, todos mis ex se casaron. Salen conmigo, rompemos y luego se casan. ¡Y luego me hablan para agradecerme por haberles enseñado lo que es el amor, y a cuidar y respetar a la mujer! (...) ¡¡Quiero matarlos!! ¿¡Por qué nunca me pidieron matrimonio a mí!? Habría dicho "no" pero, ¡¿no puedieron siquiera preguntarlo?! Pero es mi culpa, mi culpa, porque no sentí que nunguno fuera el hombre indicado. ¿Qué es eso del hombre indicado? ¡El concepto es absurdo! La idea de que solo podemos estar completos con otra persona es maligna. ¿Sabes?... creo que me han roto el corazón demasiadas veces, y luego me recuperé. Así que ahora desde el principio no hago ningún esfuerzo, porque sé exactamente lo que ocurrirá. (...). Soy tan miserable en mi vida amorosa, en mi vida entera, en mis relaciones, que siempre actúo como si estuviera ajena. Pero por dentro muero".
En París, Celine atardece.
Y en la tercera, Celine es mamá. Y Celine está agotada. Y desconfía y siente celos y sobre todo, lo que le pasa es que sabe. Lo que sabe es que está en crisis. Lo que sabe es que existen los finales. Y está tan convencida del final (que por supuesto no desea) que es como si apresurara su llegada. Celine es pesimista. Celine tiene bronca. Celine no colabora. Hay una diferencia abismal entre Celine y Jesse. Actitudes encontradas. Pero Celine está atrapada. No quisiera decir lo que tiene para decir. El problema de ella no es decirlo, el problema es tenerlo. Las mujeres, a veces, no dajamos pasar nada. Ni siquiera cuando deseamos dejarlo pasar todo. Y que todo pase.
En Atenas, Celine está oscura.
De eso se trata: amanecemos, atardecemos y anochecemos. Es el ciclo de la vida.
"No necesito un hombre que me alimente
pero sí un hombre que me ame y que yo pueda amar".
Before Sunset
¿Cómo se nos va modificando el temperamento a medida de que envejecemos? A veces tengo la sensación de que no somos nunca los mismos que fuimos ("Nosotros los de entonces ya no somos los mismos", Neruda dixit). Otras veces me parece todo tan previsible... tan esencialmente encarnado... Como que nada podría haber sido de otra forma. Sin embargo, no es cierto que siempre sepamos cómo van a acabar las cosas. Ni siquiera cuando empezamos a vislumbrar un final, somos capaces de saber cómo va a acabar todo. ("Todo lo que termina, termina mal, poco a poco. Y si no se termina, se contamina..." etc, etc. Y sí, ya sabemos de Crímenes perfectos. Al fin y al cabo, somos todos una especie de Asesinos por naturaleza...).
Todos estos divagues se me vienen a la mente por mil razones, pero voy a hablar de una de las mil y las restantes 999 me las voy a reservar para seguir teniendo con qué complicarme la vida. Pienso en la peli Antes del anochecer, la última de la trilogía de Linklater. ¿Esa es Celine?, ¿es esa Celine?
Celine es una mujer complicada. Bueno, o podemos decir: Celine tiene varias caras. En la primera película, Antes del amanecer, Celine es joven, dulce, soltera, espontánea y natural (son los veintipico, quién pudiera volver... a viajar, a enamorarse...).
En Viena, Celine le pregunta a Jesse: "¿Conoces a alguien que tenga una relación de pareja feliz?". Celine todavía lo ve todo de afuera. Y además de creer en el amor en general ("Si hay algún tipo de magia en este mundo, debe estar en el intento de comprender a alguien, de compartir algo"), Celine piensa y habla de ella en un futuro, amando: "Después de algunos años, una pareja empieza a odiarse mutuamente porque se anticipan a sus reacciones o se cansan de sus manías. Creo que podría ser al contrario para mí. Creo que podría enamorarme realmente cuando lo conozca todo de alguien. El modo en que se aparta el pelo, qué camiseta va a ponerse ese día (...) estoy segura de que sería entonces cuando sabría si realmente estoy enamorada".
En Viena, Celine se va despertando.
En la segunda, Antes del atardecer, Celine, más crecida y complicada, es una mujer segura de sí misma, profesional, independiente, estable (por momentos y solo por momentos, hasta que eso se le cae y sale su lado arruinado y neurótico, tan bien expuesto en la escena del auto, hacia el final de la película) y verborrágica (son los comienzos de los treinta).
En esa mencionada escena del auto, donde Celine se va desbordando, Jesse le dice que se ha convertido en una activista maníaco depresiva. Sí, Celine se convirtió: "Ahora no creo en nada relacionado al amor (...). La realidad y el amor son casi contradictorios para mí. Es gracioso, todos mis ex se casaron. Salen conmigo, rompemos y luego se casan. ¡Y luego me hablan para agradecerme por haberles enseñado lo que es el amor, y a cuidar y respetar a la mujer! (...) ¡¡Quiero matarlos!! ¿¡Por qué nunca me pidieron matrimonio a mí!? Habría dicho "no" pero, ¡¿no puedieron siquiera preguntarlo?! Pero es mi culpa, mi culpa, porque no sentí que nunguno fuera el hombre indicado. ¿Qué es eso del hombre indicado? ¡El concepto es absurdo! La idea de que solo podemos estar completos con otra persona es maligna. ¿Sabes?... creo que me han roto el corazón demasiadas veces, y luego me recuperé. Así que ahora desde el principio no hago ningún esfuerzo, porque sé exactamente lo que ocurrirá. (...). Soy tan miserable en mi vida amorosa, en mi vida entera, en mis relaciones, que siempre actúo como si estuviera ajena. Pero por dentro muero".
En París, Celine atardece.
Y en la tercera, Celine es mamá. Y Celine está agotada. Y desconfía y siente celos y sobre todo, lo que le pasa es que sabe. Lo que sabe es que está en crisis. Lo que sabe es que existen los finales. Y está tan convencida del final (que por supuesto no desea) que es como si apresurara su llegada. Celine es pesimista. Celine tiene bronca. Celine no colabora. Hay una diferencia abismal entre Celine y Jesse. Actitudes encontradas. Pero Celine está atrapada. No quisiera decir lo que tiene para decir. El problema de ella no es decirlo, el problema es tenerlo. Las mujeres, a veces, no dajamos pasar nada. Ni siquiera cuando deseamos dejarlo pasar todo. Y que todo pase.
En Atenas, Celine está oscura.
De eso se trata: amanecemos, atardecemos y anochecemos. Es el ciclo de la vida.
Celine por momentos es insoportable. Eso se nota incluso, muy levemente, en "Antes del Atardecer". Igual, me pasa como a Jesse (claro yo no tengo que convivir con ella): pienso que está condenadamente loca, pero también la admiro porque es brillante y brutamente frontal. Quizás en este caso ese perfil está muy exagerado, pero las mujeres tienen el rol de hablar, de decir lo que está pasando, aunque lo que está pasando no sea bueno. Los hombes por lo general nos callamos y esperamos que las cosas se arreglen mágicamente con el paso del tiempo. Igualmente, hay algo que los rescata siempre, y es que ellos hablan. Hablan todo el tiempo en las dos primeras películas, cuando están corridos por el tiempo, pero también en esta última en el auto, cuando salen a hacer el paseo y en la furibunda pelea en el hotel. Poder hablar, tener la capacidad de comunicarse en los momentos amorosos como en aquellos en los que sale el odio, no es poco. Quizás es lo que me permite imaginarme que pese a todo tienen un futuro en común. O quizás es que tengo esperanzas de que la trilogía se transforme en tetralogía.
ResponderEliminar¡Buenísimo, Flor Bea!
ResponderEliminarCuando la vi, sentí parecido, pero escribí menos.
Sí me sentí reflejado en cada una de las películas, en cada edad.
http://robertotelopidoporfavor.blogspot.com.ar/search?q=antes+del+amanecer
¡Excelente! Gran comentario y análisis, Flor. Me siento muy reflejada en Celine y en lo que dice el primer aporte: las mujeres hablamos todo el tiempo y analizamos, aún sabiendo que es nuestra perdición y los hombres...esperan.
ResponderEliminarAunque más que anochecer, Celine está en el crepúsculo para mí. La noche viene con la resignación y la certidumbre de que algo descubrimos: ¿esto era todo?
Me gusta también bastante esta trilogía, aunque me enteré hace poco que había una tercera película que sigue la historia de esta pareja y aún la tengo que ver
ResponderEliminarJusto esta semana volví a ver las tres películas. Me parecieron bastante más forzadas de lo que recordaba, pero lo que más me gusta es cómo lograron hacer 3 películas diferentes entre sí que prácticamente sólo incluye sus diálogos. Hay una tensión y una calidez permanente que se disfruta mucho.
ResponderEliminarLos diálogos donde discuten fuertemente en la última película son geniales. Coincido con tu comentario: Celine es de esas que no dejan pasar nada, que se enredan en la madeja de sus pensamientos, como si la vida se le fuera en ellos.