miércoles, 27 de marzo de 2013

Más Amour

Por Flor Bea
 

Esto podría tratarse de la última película de Haneke. Pero no. Se trata de más amour francés, continuando con el post anterior (http://esdomingoynotengonovio.blogspot.com.ar/2013/03/un-poco-de-amor-frances.html) y del específicamente parisino o que tiene lugar en París. Es cierto que Amour, de Haneke, es una historia de amor y dolor en París, pero no, yo no quiero hablar de esa excelente película que me dejó temblando de pena. Quiero hablar de Paris, je t´aime (2006), de Tristan Carné, que no es el director sino quien tuvo la idea de hacer lo que se hizo. Lo que hizo fue convocar a una serie de directores a que hicieran un corto de amor en París, sobre París y el amor. La suma de los cortos da por resultado la totalidad de Paris, je t´aime. Entre los directores convocados encontramos a Joel Coen y Ethan Coen, Isabel Coixet, y Gus Van Sant, por mencionar solo algunos de los más conocidos.

La película abre con Montmartre, de Bruno Podalydès, y ya nos anticipa que se nos van a estar mostrando distintas zonas o barrios de la ciudad con su estado de caos permanente para el transporte, la movilidad, lo cotidiano… y sigue con Quais de Seine, de Gurinder Chadha, para sambullirnos de lleno en ese París de las distintas etnias y religiones que lo conforman. 

Pero quiero hablar especialmente de algunos de los cortos. Y voy a empezar por una de mis directoras favoritas: por Isabel Coixet. Es que excepto una de sus películas que realmente no me gustó, es una sensibilidad artística tan especial la suya, que yo no logro nunca no conmoverme hasta el llanto con ella. Bien, se trata de Bastille. Comienza siendo un corto ligerísimo como una caída en tobogán y luego demora el paso, como si tocáramos la arena del arenero con los pies y nos quedáramos ahí agachados pensando en esos granos. El argumento es este: un matrimonio. El marido se propone abandonar a su mujer. Para eso la cita en un restaurante y entre el plato principal y el postre va a decírselo. La dejará porque dejó de amarla, porque tiene una amante, porque le molesta la canción que ella tararea cuando cocina así como que tenga tantos rush al pedo, que no usa. Pero cuando él va a decírselo, ella comienza a llorar y él, pecando de egocentrismo, piensa que ella sabe lo de la amante. Pero no. Ella le extiende unos análisis que dicen que padece una leucemia que se encuentra en la fase terminal. Acá caemos al arenero. Él no la deja. Se la lleva a casa, le da el postre en la boca, deja a su amante por SMS, la acompaña al cine y de compras, le lee Sputnik, mi amor en voz alta "y todo, hasta la mayoría de las cosas mundanas, tenía un significado diferente, porque él comprendió que lo hacía para ella por última vez". Termina como debe terminar, claro, es Isabel…



Luego, Tour Eiffel, de Sylvain Chomet, me pareció de una estética maravillosa. Los protagonistas son una pareja de mimos, y sus movimientos nos dejan siempre ese sabor de lo circense, que es como una sonrisa con el alma hecha un bollo…


 El tercero al que quiero referirme es Faubourg Saint-Denis, de Tom Tykwer. Es la historia de amor de un chico ciego y su novia, interpretada por Natalie Portman. No muero por ella como actriz aunque me gustaría tener su cara. Pero no elegí este corto por su cara sino por cómo cuenta y muestra una historia de amor: es el ascenso y el descenso de una relación, y está perfectamente narrado desde lo cinematográfico. Ascenso: se enamoran, ella se va a vivir con él, conoce a sus amigos, conoce a sus padres, se apoyan laboralmente, lloran, ríen, cantan, escucha sus deseos, escucha su música, hablan otros idiomas, se intercambian cosas, se abrazan, van al cine, a bailar y de compras, nadan, fuman, gritan. El tiempo pasa. Lo extraordinario es cómo está contado: así, tal cual yo lo pongo en un word; está enumerado con palabras. Y si bien está acompañado de imágenes porque es cine, son en cámara rápida, rapidísima, cada vez más rápido cuanto más pasa el tiempo. Juega la película con el ritmo de la vida y el amor. Es así, se nos va, se nos escurre. El mismo guión dice "el tiempo pasa" y de eso se trata todo esto: de cómo pasa el tiempo y atraviesa al amor. Lo atraviesa y lo parte. Descenso: "El tiempo pasó. Tú gritaste: ¡No!". A mí me dejó algo partida, confieso.

 
 Me dejo el último de los cortos que conforman la película para otro post. Pero en resumen digo: vale la pena ver todos (son dieciocho en total), o sea, ver Paris, je t´aime.

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