martes, 10 de enero de 2012

Vacaciones

Por Flor Bea


“Incluso una mujer débil e imperfecta como yo piensa lo maravilloso que es vivir".

Murakami, Tokio Blues



Es maravilloso el mar revoltoso, e incluso más maravilloso el inalcanzable océano brilloso. Es maravillosa la arena, aun cuando vuela y se incrusta entre las muelas. Son maravillosas las sombrillas y las sombras de tus dientes en la risa.
Es maravillosa la pileta en esta casa de campo y maravilloso el trago amargo de las siete menos cuarto. Es maravillosa la ducha del atardecer cuando la piel ya hierve de darle al sol tanto placer.
Sí. Todo es maravilloso en estas vacaciones excepto que no podemos andar en calzones porque compartimos la habitación con monos de todos los olores. Es maravilloso que seamos tantos así nos conocemos todos y nadie se agarre a ninguno para irnos a dormir al final todos solos.
Pero qué maravilloso venir soltero, porque te das cuenta de que en la soledad está lo más austero.
Y ni hablar de dormir en carpa al lado de una guitarreada tan muerta que la tocan con arpas.
 
Pero eso sí, te voy a decir una cosa: irte de vacaciones con el hombre que te gusta es la cosa más hermosa. Lástima que siempre está ocupado porque las cosas del trabajo no las pudo dejar a un lado. Ah, pero eso sí, cuando se desocupa es pura simpatía: tan canchero, que a la española de la habitación de al lado ya le dice “hola, tía”.
Perdón… ¿en qué momento se conocieron? Me parece que me perdí un episodio, tal vez fue justo cuando fui a comparle el bicarbonato de sodio. Ah sí, porque tiene acidez: ¿se la habrá ocasionado el alcohol o las gringas con las que se la pasa hablando inglés?

En fin, mi mayor deseo en estas vacaciones es cuidarlo, porque en el fondo de mi ser, sólo quiero enamorarlo. Pero cuando cuando estamos en la cocina, todos cocinando, a mí nadie me habla y me voy desarmando.

Y pensar que me habían invitado a Bogotá… ahora que lo vivo, sería mejor estar allá.

Pero es donde yo estoy donde está el hombre que me gusta, y como eso no es una casualidad debería ser cualquier cosa menos angustia.

Sin embargo, hoy lloré toda la tarde y el lunes vuelvo a la oficina. Aun mis verdades riman.

Está decidido: cuando pase el próximo tren, yo me le tiro... ¡encima!

2 comentarios:

  1. Señorita, de un paso adelante. Que el tren pasa, y en verdad estos trenes No matan. Uno puede sentir que se está muriendo. Pero siempre hay que recordar: estos trenes no matan, y siempre habrá trenes de vuelta y trenes que vayan a lugares mas lindos, y etc etc etc.

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  2. Qué lindo, Celeste!! Es cierto: hay que recordar, voy a memorizarlo con repeticiones. Gracias! Beso

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