Por Flor Bea
Esto podría tratarse de la última película de Haneke. Pero
no. Se trata de más amour francés,
continuando con el post anterior (http://esdomingoynotengonovio.blogspot.com.ar/2013/03/un-poco-de-amor-frances.html)
y del específicamente parisino o que tiene lugar en París. Es cierto que Amour, de Haneke, es una historia de amor y dolor en
París, pero no, yo no quiero hablar de esa excelente película que me dejó
temblando de pena. Quiero hablar de Paris, je t´aime (2006), de Tristan Carné, que no es el director sino
quien tuvo la idea de hacer lo que se hizo. Lo que hizo fue convocar a una
serie de directores a que hicieran un corto de amor en París, sobre París y el
amor. La suma de los cortos da por resultado la totalidad de Paris,
je t´aime. Entre los directores convocados
encontramos a Joel Coen y Ethan Coen, Isabel Coixet, y Gus Van Sant, por
mencionar solo algunos de los más conocidos.
La película abre con Montmartre, de Bruno Podalydès, y ya nos anticipa que se nos
van a estar mostrando distintas zonas o barrios de la ciudad con su estado de
caos permanente para el transporte, la movilidad, lo cotidiano… y sigue con Quais
de Seine, de Gurinder Chadha, para
sambullirnos de lleno en ese París de las distintas etnias y religiones que lo
conforman.
Pero quiero hablar especialmente de algunos de los cortos. Y
voy a empezar por una de mis directoras favoritas: por Isabel Coixet. Es que
excepto una de sus películas que realmente no me gustó, es una sensibilidad
artística tan especial la suya, que yo no logro nunca no conmoverme hasta el
llanto con ella. Bien, se trata de Bastille.
Comienza siendo un corto ligerísimo como una caída en tobogán y luego demora el
paso, como si tocáramos la arena del arenero con los pies y nos quedáramos ahí
agachados pensando en esos granos. El argumento es este: un matrimonio. El
marido se propone abandonar a su mujer. Para eso la cita en un restaurante y
entre el plato principal y el postre va a decírselo. La dejará porque dejó de
amarla, porque tiene una amante, porque le molesta la canción que ella tararea
cuando cocina así como que tenga tantos rush al pedo, que no usa. Pero cuando
él va a decírselo, ella comienza a llorar y él, pecando de egocentrismo, piensa
que ella sabe lo de la amante. Pero no. Ella le extiende unos análisis que
dicen que padece una leucemia que se encuentra en la fase terminal. Acá caemos
al arenero. Él no la deja. Se la lleva a casa, le da el postre en la boca, deja
a su amante por SMS, la acompaña al cine y de compras, le lee Sputnik,
mi amor en voz alta "y todo, hasta la
mayoría de las cosas mundanas, tenía un significado diferente, porque él
comprendió que lo hacía para ella por última vez". Termina como debe terminar, claro, es Isabel…
Luego, Tour Eiffel,
de Sylvain Chomet, me pareció de una estética maravillosa. Los protagonistas
son una pareja de mimos, y sus movimientos nos dejan siempre ese sabor de lo
circense, que es como una sonrisa con el alma hecha un bollo…
El tercero al que quiero referirme es Faubourg
Saint-Denis, de Tom Tykwer. Es la historia
de amor de un chico ciego y su novia, interpretada por Natalie Portman. No
muero por ella como actriz aunque me gustaría tener su cara. Pero no elegí este
corto por su cara sino por cómo cuenta y muestra una historia de amor: es el
ascenso y el descenso de una relación, y está perfectamente narrado desde lo
cinematográfico. Ascenso: se enamoran, ella se va a vivir con él, conoce a sus
amigos, conoce a sus padres, se apoyan laboralmente, lloran, ríen, cantan,
escucha sus deseos, escucha su música, hablan otros idiomas, se intercambian
cosas, se abrazan, van al cine, a bailar y de compras, nadan, fuman, gritan. El
tiempo pasa. Lo extraordinario es cómo está contado: así, tal cual yo lo pongo
en un word; está enumerado con palabras. Y si bien está acompañado de imágenes
porque es cine, son en cámara rápida, rapidísima, cada vez más rápido cuanto
más pasa el tiempo. Juega la película con el ritmo de la vida y el amor. Es
así, se nos va, se nos escurre. El mismo guión dice "el tiempo pasa"
y de eso se trata todo esto: de cómo pasa el tiempo y atraviesa al amor. Lo
atraviesa y lo parte. Descenso: "El tiempo pasó. Tú gritaste: ¡No!".
A mí me dejó algo partida, confieso.
Me dejo el último de los cortos que conforman la película
para otro post. Pero en resumen digo: vale la pena ver todos (son dieciocho en
total), o sea, ver Paris, je t´aime.